1- COMPROMISO CON LOS DEMÁS
Los hogares felices, valoran la familia como unidad, por encima de las necesidades y deseos individuales.
2- APRECIO
Las familias felices se aprecian mutuamente, se aman
3- COMUNICACIÓN
Al hogar debe llenárselo de risas, amor, entusiasmo y sana alegría.
4- PASAR TIEMPO JUNTOS
Aunque cada uno es bombardeado por actividades que nos absorben, debemos planificar de tal modo nuestro tiempo, que podamos dedicarnos a la familia, o terminaremos dispersos.
5- UNIDOS EN LA ADVERSIDAD
La familia sólida, se une para hacer frente a los desafíos de una crisis, pues hay un compromiso mutuo. Es necesario desarrollar esa capacidad de hacer frente a la adversidad.
Si hay problemas, no busquemos culpables sino soluciones. No cuesta nada decir: “lo lamento” o “te perdono”. La pareja no debe acostarse nunca enojada.
6- ESTRUCTURA MORAL
En el cultivo de las virtudes cristianas hay bendición.
La estructura moral incluye: Integridad, honradez, lealtad, responsabilidad, virtud moral y los principios de la utilidad y del amor.
7- DIOS EN EL HOGAR
Solamente Él puede cambiar nuestro carácter, darnos fortaleza en las horas difíciles y guardar a nuestros hijos de los grandes peligros que enfrentan.
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” 1ª Corintios 13:4-8 p.p., 13.
¡No pienses jamás en el divorcio! ¡Piensa en tus hijos!